CDM permite monitorizar la durabilidad del hormigón en condiciones reales de servicio, de forma continua y no destructiva. Utiliza sensores embebidos que miden resistividad eléctrica y temperatura, convirtiendo esos datos en información clave sobre la penetración de cloruros, la carbonatación y la vida útil del hormigón.
¿Qué mide CDM?
CDM utiliza sensores embebidos en el hormigón para medir dos variables clave: resistividad eléctrica y temperatura. Estas mediciones son no destructivas, continuas y representativas de las condiciones reales de servicio.
La resistividad eléctrica está estrechamente relacionada con la porosidad del hormigón y su capacidad para transportar sustancias agresivas, como los cloruros. La temperatura, a su vez, permite ajustar los valores de resistividad para equipararlos a condiciones de laboratorio
Modelos predictivos basados en ciencia
A partir de estas dos variables, CDM aplica modelos científicos específicos para los dos mecanismos principales de corrosión en estructuras de hormigón:
- Carbonatación
- Penetración de cloruros
Con estos modelos, es posible predecir en años la vida útil de la estructura hasta el inicio de la corrosión de las armaduras.
Normativa y compatibilidad
La resistividad eléctrica es un parámetro reconocido en normativas internacionales:
– ASTM C1202 (equivalente al ensayo RCPT)
– UNE EN 12390-19
Esto convierte a CDM en una herramienta válida tanto en obra como en laboratorio, con resultados comparables y trazables.
Acceda al sitio https://concrete-durability.com para más información
Este proyecto ha sido cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)
dentro del Programa Operativo de la Comunidad de Madrid (2021-2027)








